pst pst
20070910
Y la chamarra voló. En un movimiento exagerado de liberación y repentina violencia (más bien de ebriedad y pachequez) Amargator impidió que alguien más le quitara la chamarra negra… quitándosela el mismo. Aprovechando el forcejeo y los movimientos confusos, giró un brazo y aventó la prenda que, sin temor (como su dueño, esa chamarra también sabe aparentar), encontró en su trayectoria una ventana abierta de metro y medio. Se extendieron las mangas, los costados y la chamarra voló. Planeó con un ligerÃsimo movimiento circular y después tocó el suelo.
Ese maldito gusto por aventar las cosas… Y es que dormir tan poquito y ser un whisky con patas debÃa tener sus consecuencias.